OCTUBRE: El mes del abordaje multidisciplinar del dolor
Tratamiento multidisciplinar del dolor crónico
El dolor crónico ha sido clásicamente definido como aquel que permanece durante un tiempo mayor a 3 meses. Sin embargo, descubrimientos recientes al respecto de mecanismos fisiopatológicos que intervienen en el desarrollo del dolor crónico hacen que la identificación de la cronicidad del dolor atendiendo exclusivamente a su duración haya quedado parcialmente obsoleta.
Una de las áreas que más ha aportado a esta reconceptualización del dolor crónico es la neurociencia. Investigaciones en este ámbito han evidenciado cambios estructurales y funcionales en el sistema nervioso central de personas que sufren dolor crónico, que modifican el procesamiento de estímulos potencialmente dañinos facilitando la experiencia dolorosa. Es decir, personas con estas alteraciones del procesamiento son más propensas a sufrir dolor que el resto de la población ( Hashmi et al., 2013 ). Es más, en algunas ocasiones estas alteraciones son suficientes por sí mismas para que personas que no tienen ninguna lesión estructural sientan dolor. Es por ello que hoy en día consideramos dolor crónico a aquellos cuadros clínicos dolorosos que perduran más allá del tiempo de curación del tejido lesionado, convirtiéndose ya no en un síntoma de una lesión estructural, sino en la patología en sí ( Treede et al., 2019).
Esta situación de dolor mantenido durante un tiempo prolongado puede afectar a la calidad de vida de formas que van más allá de la propia experiencia dolorosa. Depresión, ansiedad, fatiga crónica y alteraciones del sueño son algunas de las comorbilidades más comunes del dolor crónico (Yalcin & Barrot., 2014; de la Vega et al., 2019). Todo ello hace del paciente con dolor crónico un paciente complejo, que podría beneficiarse de ser abordado desde un punto de vista multidisciplinar.
La multidisciplinariedad juega así un rol esencial para abordar a la persona desde un punto de vista holístico, y para el cuidado y atención de las distintas esferas que se pueden ver afectadas por esta condición. El manejo del dolor por parte de un equipo multidisciplinar permite una intervención individualizada y ajustada a las necesidades de la persona con dolor crónico (Nahin., 2022). Según el reciente estudio de Staudt et al. (2022) los principales profesionales que conforman el equipo multidisciplinar para el manejo del dolor son los fisioterapeutas, anestesistas, enfermeros, psicólogos entre otros.
Desde UMSS nos hemos planteado cómo es la concepción del dolor crónico por parte de algunos de los profesionales que pueden constituir el equipo multidisciplinar. Por ello, se le planteó a un fisioterapeuta, una anestesista, una enfermera, un psicólogo y un farmacéutico las siguientes cuestiones ¿Cómo definirías el dolor crónico? ¿Has experimentado dolor crónico alguna vez?, si es así, ¿cómo te has sentido?A la pregunta de ¿cómo definirías el dolor crónico? Todos los profesionales integraron en su definición la esfera física y la psíquica, evidenciando que todos entienden ambos aspectos como una unidad que es el dolor crónico.
“Respuesta o reacción aversiva y de alarma experimentado por la persona, que implica mecanismos fisiológicos y psicológicos, ya que tiene un componente emocional muy alto. El dolor puede ser incapacitante sobre todo cuando es crónico y va más allá de la causa que lo originó interfiriendo en la vida diaria y el funcionamiento de esa persona”.
“Percepción física de carácter desagradable que limita la actividad habitual de la persona, desde un punto de vista funcional y psicológico. El dolor crónico suele tener una relación estrecha con la afectación musculoesquelética”.
“Aparte de ser una experiencia sensorial desagradable está claro que es algo más que eso. Tiene una gran afectación emocional que influye en tu forma de pensar y comportarte con el entorno y contigo mismo. Es un reto para conocer tu cuerpo en un estado diferente al habitual y en el que aprendes a manejar tu cuerpo, emociones y pensamientos catastrofistas”.
“El dolor no es solo una experiencia física, sino que es un sufrimiento por parte de la persona. No es solo una lesión orgánica, sino también es vital cómo esa persona vive y experimenta el dolor a nivel emocional, función y calidad de vida en general.”
“El dolor crónico es una percepción desagradable que tiene dos vertientes, una física y otra psíquica. El dolor desde un prisma físico es aquel que se siente y que tiene una causa orgánica o fisiológica, mientras que el prisma psíquico se vive en ocasiones como una limitación, que va acompañado de un auto-estigma y etiquetas asociadas que no permiten el bienestar físico y emocional de la persona.”
Ante la pregunta de si habían experimentado alguna vez un dolor crónico 3 de los 5 encuestados indicaron que sí, siendo sus causas hernias de discos, dolor lumbar crónico y migrañas. En este caso los distintos profesionales que manifestaron haberlo o estar experimentando dolor crónico, afirmaron haberse sentido limitados, frustrados, irascibles, lacrados, distanciados del entorno.
“El dolor me limitó a la hora de realizar determinados movimientos. Tuve que normalizar en mi vida no hacer determinadas cosas que eran perjudiciales para mí.Cuando experimenté el malestar físico por dolor este se acompañó de un malestar emocional, pues me sentía que estaba muy limitado casi discapacitado por este.”
“El dolor me hizo sentirme frustrado por la duración tan extensa de los síntomas, que a veces parece que va a desaparecer y este vuelve incluso más fuerte. Otro motivo era la limitación en tus actividades del día a día tanto en casa como en el trabajo. Otro problema es que a veces me hacía estar un poco más irascible con las personas del entorno”
“El dolor me llevaba a experimentar una desconexión con el medio. Para mí es una lacra, un peso que te conlleva un déficit atencional debido a la presencia del dolor, que muchas veces te lleva a rechazar actividades sociales por el malestar experimentado; que te distancia de tu entorno. Te sientes con un hándicap, que cuando te acostumbras o lo sobrellevas es una cosa más de tu vida, pero se podría decir es como tener una resaca continua”
Aquellos profesionales que no han experimentado dolor crónico expresaron cómo habían experimentado las vivencias de otras personas que tenían dolor crónico en su entorno social o laboral.
“El dolor puede ser incapacitante para la persona. Muchas veces cuando no existe relación causa-efecto directa que explique ese dolor la persona se siente incomprendida tanto por su entorno social como laboral, como puede ocurrir en la fibromialgia. Esto al final solo consigue agravar el problema”
“Las personas con las que he trabajado y que han experimentado un dolor crónico a menudo se sienten frustradas por el condicionamiento del dolor. Muchas de estas personas por mi trabajo me han expresado que sienten desesperanza y angustia. Asimismo, no pueden evitar la rumiación y el dolor ocupa una gran parte de su pensamiento en el día a día.”
Tras la entrevista a los diferentes profesionales podemos extraer que el dolor crónico es una afectación global de la persona, es decir, física, psíquica y social. Ahí radica la importancia del manejo del dolor crónico por parte de un equipo multidisciplinar, que desde UMSS hemos querido visibilizar y apoyar mediante esta entrada en nuestro blog.